Nudos de brioche

La masa de brioche está considerada como la reina de las masas con levadura. Esta embajadora francesa  suave y tierna, combina a la perfección con cualquier cosa, salada o dulce. Pero encontrar la receta con la que obtener en casa un resultado aceptable es difícil, ya que hay cientos de maneras diferentes de hacerla, con mucho huevo y mucha mantequilla, con más o menos levadura, con masa madre o sin ella... 

A mi me gusta mucho ésta, con una cantidad bastante equilibrada de grasa y huevo, sabrosa y ligera. Además ya le he cogido el punto de horno, así que, ya sabéis.... hay que probar y buscar la que se adapte mejor a vuestros gustos, que sobre eso no hay nada escrito.

Fermento o masa madre

65 gr de harina de fuerza

20 gr levadura fresca de panadero

110 ml de leche tibia

Deshacemos la levadura en la leche y mezclamos con la harina.

Tapamos el cuenco con film de cocina y lo dejamos reposar hasta que doble su tamaño, aproximadamente 15 minutos. Mientras tanto, vamos preparando la masa para nuestro brioche.

Masa de brioche  -  (primer levado)

4 huevos a temperatura ambiente

masa madre

450 gr de harina de fuerza

30 gr azúcar

7 gr sal

30 gr más de harina de fuerza

95 gr mantequilla blanda

En un cuenco grande ponemos la sal, el azúcar y los 420 gr de harina. Mezclamos y separamos hacia las paredes del cuenco dejando un hueco en el centro, donde verteremos la masa madre y los huevos un poco batidos. Con la mano o una espátula de cocina, iremos mezclando todo hasta conseguir una masa blanda.

Enharinamos un poco la encimera y la volcamos para comenzar a amasarla, hasta formar una bola lisa, durante 10 o 15 minutos. Creo que es importante amasar de fuera hacia adentro, por eso de que la masa entienda que queremos que suba... al menos eso dicen los entendidos.... :)

Le hacemos un corte en cruz bastante profundo y la dejamos reposar unos 5 minutos.

Pasado ese tiempo, estiramos un poco la masa con la mano dejando una especie de cruz un poquito amorfa, y colocamos en el centro la mantequilla en trozos, la envolvemos como un paquete y comenzamos a amasar con las manos, como estrujando la masa, dándole vueltas y doblándola sobre si misma, para integrar bien toda la mantequilla. Durante este proceso ultra-pegajoso, utilizaremos los restantes 30 gr de harina, añadiéndolos de poco en poco, hasta conseguir que se nos despegue de las manos. Amasamos un poquito mas, unos 5-6 minutos, y la untamos con unas gotas de aceite. La colocamos en un cuenco o ensaladera grande también aceitado. Tapamos con film de cocina y dejamos que doble su tamaño, manteniéndola en una estancia caldeada. Es importante no tocar la masa y evitar que le den corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura. Tampoco es muy aconsejable que esté demasiado cerca de una fuente de calor, como un radiador. Este proceso tardará aproximadamente 2-3 horas.

(segundo levado)

Una vez que la masa ha levado y doblado su tamaño, la colocaremos sobre la encimera ligeramente aceitada y la desgasificaremos; es decir, la amasaremos de nuevo durante 1 minuto, para retirarle el aire que ha cogido en el levado. Ahora daremos la forma deseada al brioche. Podemos dejar toda la masa en una pieza y meterla en un molde, o formar con ella un trenza o la forma que se nos ocurra. También es el momento de añadirle algo como frutos secos, chocolate, fruta confitada...     O podemos hacer bollitos pequeños y darles forma, de caracol, de rosa, o como yo en este caso, de nudo. 

Me gustó mucho esta manera de "liar la masa" que vi en algún sitio hace tiempo, no recuerdo dónde fue.

Aparentemente es un poco complicado, pero el resultado es muy bonito, así que os dejo unas fotos de la explicación con unas cintas, porque no pude hacerlas mientras estaba con las manos en la masa. :D

Se hacen 4 churritos de masa y se colocan dos paralelos verticales y sobre ellos los otros dos paralelos horizontales.

Vamos haciendo cruces en la masa primero como en esta segunda foto de la izquierda. Iremos en contra de las agujas del reloj, cruzando el 1 sobre el 2, el 3 sobre el 4, el 5 sobre el 6 y el 7 sobre el 8.

 

Luego cambiamos el sentido, y cruzamos el  4 sobre el 1, el 2 sobre el 7, el 8 sobre el 5 y el 6 sobre el 3. Aunque parece complicado, si seguimos los pasos no lo es tanto, y el resultado es tan lucido que habrá merecido la pena liarse un poco...

Levantamos el bollito y escondemos los extremos hacia abajo. 

  

Colocamos los bollos sobre un silpat en la bandeja de horno y los dejamos reposar para que vuelvan a doblar su volumen, tapados con un paño limpio; casi tardarán otra hora. Pasado este tiempo, pintamos la superficie con mucho cuidado de no pinchar la masa, con una mezcla de 100 ml de leche y 75 gr de azúcar. Si los vais a usar para salado y el contraste de dulce no os gusta, (aunque es tan sutil que pega con todo) podéis untarlos con huevo batido.

Con el horno bien precalentado, horneamos a 185º durante 18 minutos y durante 8 más, a 200º. Si aún así están demasiado blancos, podemos darles un golpe de grill de un par de minutos, no mas, para que no se endurezcan demasiado.

Inmediatamente después de sacarlos del horno, volvemos a pintarlos con el glaseado o con el huevo. Dejamos enfriar y los podemos rellenar con lo que más nos guste, dulce o salado. O comerlos tal cual, que están divinos.

Espero que disfrutéis con ellos y que no os hayan asustado los nudos, son más fáciles de lo que parece!

Este es el interior, tierno y suave. Uhmmmmmm!!Deliciosos!!!!

He de añadir que guardé varios de los brioches en una caja de lata, y 4 días después estaban estupendos, tiernos y jugosos... así que ya sabéis, cuando os pongáis manos a la obra, -digo a la masa-, mejor hacéis doble cantidad y os solucionarán desayunos y meriendas... incluso alguna cena... jeje

Dulces besos!