Siempre me ha llamado la atención la tarta Tatín, tanto por sus sencillos ingredientes como por la rapidez con que se prepara. Tradicionalmente la tarta Tatín se hacia con manzanas, azúcar, mantequilla y hojaldre, aunque hoy en día pueden encontrarse multitud de variantes en las que cambia sólo la fruta.
La historia de esta tarta me resulta bastante curiosa, así que os la voy a contar. En 1889, Caroline Tatín se encargaba de la cocina en el hotel familiar que regentaba junto a su hermana Stéphanie, el Hotel Tatín, en la región francesa de Sologne. Su especialidad era la tarta de manzana. Un día las prisas hicieron que olvidara colocar en el molde la masa de hojaldre debajo de las manzanas. Inevitablemente debía servir la tarta, con lo que puso la masa tapando la fruta, la horneó y luego la desmoldó simplemente dándole la vuelta. Se hizo muy popular en el hotel, aunque curiosamente la gran fama no llegó hasta que esta tarta fué servida en el hotel Maxim´s de París tiempo más tarde.
Yo además de cambiar de fruta y aromatizar con especias, he añadido por mi cuenta la crema, aunque sin saberlo no estaba más que recreando una versión de este postre que el gran Monet hizo en su dia. Por lo visto, aunque yo me he enterado hace tan solo unas horas, el pintor, que era además un excelente gastrónomo, ya había puesto de moda la tarta Tatín en versión crema. Sinceramente yo no la conocía, pero a juzgar por lo rica que ha quedado, creo que se instalará definitivamente en mi cocina.
1 cucharadita de mantequilla
1 plancha de hojaldre
1 cucharadita de jengibre molido
4 cucharadas de azúcar
1 huevo
1 vaso de leche
un trocito de cáscara de limón
1 pizca de canela
1 cucharada de maizena
2 cucharadas de azúcar
En una sarten antiadherente haremos un caramelo oscuro con las cuatro cucharadas de azúcar, el jengibre y unas gotas de agua. Lo volcaremos en un molde para horno de unos 20 cm de diámetro y dejaremos enfriar.
Limpiamos la piña y cortamos láminas finas de aproximadamente medio centímetro.
En la misma sarten con los restos de caramelo, derretiremos la mantequilla, colocamos las láminas de piña y las doramos un poquito por cada lado. Las disponemos encima del caramelo cubriendo toda la superficie.
Ahora haremos la crema. Separamos 1/4 de la leche, le añadimos el huevo, la maicena y batimos bien con la batidora. Reservamos. En un cazo ponemos el resto de la leche, las dos cucharadas de azúcar, la pizca de canela y la cáscara de limón. Calentamos hasta el punto de ebullición, separamos del fuego y dejamos infusionar durante 3 minutos. Retiramos el limón y volvemos a poner al fuego, añadiendo despacio la mezcla de huevo y removiendo continuamente hasta que la mezcla espese. Dejaremos templar y la volcaremos sobre las rodajas de piña.
Recortamos un circulo de hojaldre del tamaño del molde, lo picamos un poco con un tenedor y lo colocamos encima de la crema, tapando bien todo y ajustandolo al borde interior, de modo que abrace crema, piña y caramelo. Hornearemos a 200º durante unos 20 minutos o hasta que el hojaldre esté bien dorado.
Desmoldaremos aún caliente, pasando un cuchillo por el borde para despegar el hojaldre.
Felicidades, papá!! aunque se que las tartas no son lo tuyo...
Evgar me pasas un trocin pa desayunar.?? Que rica!!
ResponderEliminarY yo me pregunto pq no he hecho nunca una tatin............otra para pendientes por estupenda, contento se vera tu padre eh??
ResponderEliminarbss
Que pinta más buenísima... me gusta con la piña porque a mí la manzana no me va mucho... lo probaré.
ResponderEliminarBesos
Holaaaaa
ResponderEliminaryo tambien queiro un trocito !!!
me chiflan las tatin de lo que sea !!!
es una tarta que está rica con la fruta que la hagas, verdad???
la tuya tiene una pinta genial !!!
Besos Eva