lunes, 22 de agosto de 2011

La vuelta de vacaciones. Superberries purple Ice-cream.

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El final del verano llegó. Volvemos. Se dice que con las pilas cargadas. Pisando fuerte después de un merecido y ansiado descanso veraniego...
He dicho "descanso"?  :D 
Para algunos los veranos son para todo lo contrario, para terminar agotado. Y sino, veamos algunos ejemplos.
Qué me decís de esas caminatas maratonianas con la excusa de conocer ese lugar; total ya que estamos...
Esos largos paseos por la interminable playa con la intención de activar la circulación y coger bronce, aunque acabemos con una soberana soleadura y dolor de pies...
Recorrer ese corto trayecto a la playa varias veces al día cargado con inútiles artilugios; no importa, es un momentito, si está ahí al lado.
La piscina de la urbanización, a la que no se puede renunciar por mucho que te salga el agua ya por las orejas... y aún falta la ducha...
Y esos kilométricos paseos marítimos, que después de cenar parecen la gran vía madrileña sin agente de tráfico?
Y comer y beber sin ninguna moderación?... que hay que probarlo todo, y está todo tan rico cuando estás de vacaciones...
Aprovechar para hacer ese curso de submarinismo o de vela que tanto te llamaba la atención, ir a ese concierto, o a ese After que te pilla cerca... 
Y ese sufridor del colchón hotelero, que se levanta como si le hubieran partido la espalda? bueno, como son sólo quince días...
O ese niño que cae por fin rendido pasadas las 12 de la noche... cuando tu ya no puedes con las pestañas delante del gintonic... pero como estamos de vacaciones, él también tiene derecho a trasnochar....
Total, que nuestras deseadas vacaciones, a veces, no son más que un cambio de ubicación en el que continuar rendidos haciendo otros trabajos algo más placenteros. Soltamos el reloj de pulsera, pero miramos de reojo el del hall del hotel, porque en 20 minutos hay que recoger, ducharse, arreglarse y salir pitando en el coche (a unos 45º) porque tenemos reserva de mesa en ese restaurante tan de moda.
Nos empeñamos en sacarle bien el jugo a los pocos días que tenemos para disfrutar.
Resultado: las vacaciones estivales necesitarían de otros tantos días para descansar de tan atropellado descanso. Son los daños colaterales.
Afortunadamente mi verano no ha sido tan agotador. He dado paseos por la playa descalza y he hecho castillos de arena. He trasnochado, pero el colchón era estupendo. Me he tostado un poquito al sol y he disfrutado mucho de la gastronomía levantina. El gintonic lo he tomado en una terracita junto al mar y sin reloj.
No ha estado nada mal...
Espero que vuestros días también hayan sido de merecido descanso. Bienvenidos.
HELADO DE FRUTAS DEL BOSQUE o SUPERBERRIES PURPLE ICE-CREAM
Yo no soy mucho de helados, de hecho ha habido veranos que ni siquiera los he probado. Y es que me tira para atrás tanto colorante y conservante añadido. Ahora, si el helado es casero, la cosa cambia. He probado varios en mi nueva heladera y todos han salido buenísimos. El último experimento, con un resultado más que aceptable, ha sido el que os cuento a continuación.
Espectacular en color, 100% natural y con un intenso aroma, el zumo de frutas del bosque Superberries Purple de The Berry Company, me estaba pidiendo a gritos transformarlo en helado. (esta publicidad no está remunerada... qué más quisiera yo... jajaja)
En fin, anotad cantidades e ingredientes, porque de verdad que merece la pena probarlo. Delicioso!

Ingredientes:
200 ml de zumo Superberries purple (o cualquier otro concentrado de frutas)
300 ml de queso fresco desnatado batido
125 ml de leche condensada desnatada
200 ml de nata +35,1 %
50 gr de leche en polvo desnatada
2 cucharadas soperas de azúcar invertido
2 cucharadas soperas de confitura de moras
2 cucharadas soperas de confitura de frambuesas 
 
Importante tener todos los ingredientes lo más fríos posible, así aceleraremos el proceso. El recipiente de la heladera también lo debemos tener congelado al menos 24 horas antes.
Tan sencillo como mezclar y batir con la batidora todos los ingredientes, hasta que no quede ningún grumo. Poner a funcionar la heladera y verter la mezcla por la boquilla. Mantener mantecando durante al menos 40 minutos, o hasta que espese y tenga consistencia. Guardar en un tupper en el congelador mínimo 4 o 5 horas antes de consumir. 
Servir con una cucharada de confitura de moras o de frambuesa.
Este helado parte de la base de un zumo, es decir de un líquido. Normalmente los helados llevan todos los ingredientes con grasa, con huevo o una crema cocida, por lo que he recurrido al queso batido y a los demás lácteos para conseguir la textura adecuada, y como veis han sido casi todos desnatados.  El sabor del queso batido es muy ligero por lo que el aroma del zumo se nota bastante. Las confituras le ayudan en la consistencia y también en el sabor, claro está, pero supongo que podría prescindirse de ellas. Estas eran caseras también, otro día os pongo las recetas.
Aprovechemos lo poco que nos queda del verano y disfrutemos de los helados caseros.
Dulce tentación!!

2 comentarios:

  1. Qué buena tu intro Evgar!!! que me he cansado un poco más sólo de leerla jajaja!!! este es mi primer día después de las vacas y como te doy la razón!!! necesitaría una semanita más para recuperarme jajaja!!! y bueno, el helado te ha quedado de escándalo!!! que color tan bonito!!! issss y que ganas de algo frío coñeeeee!!!! me voy al freezerrr que me parece que tengo unos minimagnus rescondidosss jajaja!!!!

    Un besiño amiga!!!! :))

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  2. Seguimos pensando igual, la diferencia es que sigo de vacaciones. Cuando vuelva tengo un helado de nocilla en la recámara. Bienvenida. Y estas muy guapa con el nuevo look. Tú helado, como todo, genial.

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Me apetece saber qué opinas, así podré mejorar :D Gracias!!