BAKLAVA (el pecado de la gula)

Supongo que no tengo perdón, sólo han pasado unos dias desde la #Megagalletada y ya estoy aquí con otro postre. Un postre además contundente, potentísimo de sabor y de calorías... Un pastel que no puedes dejar de probar, porque es irresistible!  (luego ya lo quemaremos en el gym... jejeje). Además tengo que celebrar que hoy mi blog cumple 3 mesazos y 3800 visitas!!!  MUCHAS GRACIAS A TODOS!

Y es que no sé qué me pasa a mi con la cocina de raices árabes que me encanta, es deliciosa, sobre todo los pastelitos como éste. Será el aroma de la canela, los frutos secos o la finísima pasta filo.... no lo se, pero reconozco que me traen de cabeza.

El Baklava realmente es un postre de origen Mesopotámico, que luego fué adoptado por los griegos y los turcos, anda que no son listos ni nada... La receta original lleva láminas de filo y una pasta hecha con nueces y especias.

 Yo la he "tuneado" un poquito aprovechando restos de despensa, e inspirándome en un pastel con una pinta estupenda, que mi amiga Anna subió hace unos dias a su blog Mis comienzos en la blogcocina.

Ingredientes

12 láminas de pasta filo

mantequilla derretida para untarlas

45 gr de arándanos rojos deshidratados

45 gr de pasas sin semillas

35 gr de pistachos pelados

25 gr de almendras garrapiñadas

80 gr de mezcla de orejones, peras y ciruelas pasas

2 gajos de corteza de naranja escarchada

75 gr de azúcar

15 ml de vainilla líquida

1 cucharada de postre de canela molida

350 gr de manzana reineta picada (6 manzanas pequeñas)

Almibar (1 vaso de agua, 5 cucharadas de azúcar, 1 palo de canela, 10 ml de agua de azahar, cáscara de limón y 2 cdas de zumo y 1 clavo de olor)

4 cucharadas de cuadradillo de almendra recién tostado

Hacemos el almibar para que vaya enfriando. Ponemos en un cazo los ingredientes y llevamos a hervor, bajamos el fuego y cocemos durante 15 minutos. Colamos y dejamos enfriar.

Pelamos y picamos muy fino las manzanas y el resto de frutos secos. Lo aderezamos con el azúcar, la canela y la vainilla, y envolvemos bien mezclando todo. Lo pasamos por la picadora, para obtener una masa y dejamos reposar mientras preparamos la pasta filo.

Cortamos las láminas al tamaño del molde donde vayamos a hornear. En mi caso un molde de pirex de 21x21 cm. o sea, que yo las corté por la mitad y luego las cuadré reservando las tiras sobrantes para luego decorar.

Pintaremos una lámina con un poquito de mantequilla y colocaremos otra sobre ella. Pintamos también el molde y colocamos esta primera capa doble en la base. Ponemos unas cucharadas del relleno, apretando bien y sobre éste otra capa de 2 hojas de filo. De esta manera vamos haciendo capas de pasta y hojas filo de dos en dos y pintadas de mantequilla, hasta llenar el molde, terminando con una capa de dos hojas filo. Pintamos esta última capa con mantequilla y adornamos con los trocitos de filo guardados, haciendo como pañuelitos, o trocitos descolocados sin mas. Damos unos toques con mantequilla y horneamos a 185º durante 30 minutos.

Nada más sacar del horno, vertemos sobre el pastel el almibar y el cuadradillo de almendra, y dejamos que enfrie completamente antes de servir.