Muffins Otoñales con queso Casín.

Ya ha empezado el otoño. Es la estación de las cosechas, de la vendimia, del olor a castañas asadas y a tierra mojada. En la que los colores cambian mágicamente transformando los paisajes.

Es la época de la madurez. Cuando algunas rutinas vuelven irremediablemente, deseadas por unos y odiadas por otros. Es época de cambios, de vientos y lluvias que renuevan la vida... de niños pisando charcos.

Con el otoño yo también vuelvo a mi rutina de escribir en este espacio que he dejado abandonado a su suerte durante los últimos meses. Muchos me habéis echado de menos y me habéis animado a que siga mostrando y compartiendo con todos vosotros mi pasión por la cocina. Gracias, ya estoy de vuelta y tengo algunas cosas que contaros. Por ejemplo mi estupendo día Gipsy Chef, en el que disfruté como una niña, y que por supuesto tendrá un post para él solito en breve, prometido. 

Foto de Quesería El viejo Mundo

Esa mañana tan productiva, descubrí un maravilloso queso que es el protagonista indiscutible de los muffins que hoy os traigo.  El queso Casín, de la quesería asturiana El Viejo mundo, con Maribel y Cristina como artesanas queseras al frente. Es un queso graso, con DOP (denominación de origen protegida), elaborado con leche entera y cruda de vaca, amasado a mano y rabilado varias veces, lo que lo hace un queso muy especial aunque de proceso laborioso.  Tiene un potente aroma  punzante y su sabor es fuerte, persistente, ligeramente picante y amargo al final. Mientras más "rabiladas" más picante y fuerte se vuelve.  Es un queso de sabor único. Se cree que es uno de los quesos más antiguos de Europa.

 

Muffins de calabaza y queso Casín

Ingredientes

250 gr de calabaza cocida

140 gr de harina

120 gr de harina de espelta integral

1 huevo

65 ml de aove

1 yogur natural

140 gr de azúcar moreno

80 ml de nata líquida

50 gr de queso casín (dos rabiladas) rallado

60 gr de nueces picadas

1/2 cdta. jengibre en polvo

1/2 cdta. canela molida

1/2 cdta. nuez moscada

1 sobre de gasificante o levadura química

 

Ingredientes para el frosting

1/2 cdta. vainilla líquida

300 gr de queso crema suave

3 cucharadas rasas de azúcar glass (o al gusto)
hojas hechas con pasta fondant

 

Coceremos la calabaza cortada en cubos hasta que esté tierna, la trituraremos bien escurrida y la reservaremos mientras enfría.

En un bol batimos bien el huevo, el azúcar, el aceite, el yogur y la nata junto a la pulpa de la calabaza y el queso rallado con un rallador grueso.
Aparte habremos mezclado los ingredientes secos, es decir, las harinas, la levadura química, las nueces y las especias.
Con un batidor manual iremos incorporando la mezcla de sólidos a la crema, envolviendo suavemente hasta que esté todo bien incorporado.
Para mi el secreto de unos buenos muffins es no batir demasiado ni permitir que la mezcla se caliente, con lo cual inmediatamente relleno las cápsulas y horneo, con el horno precalentado, unos 15-20 minutos a 190º.
Decoraremos con el frosting o cobertura (mezclamos el queso con la vainilla y el azúcar y nos ayudamos de una manga pastelera).
Para mi este queso combina a la perfección con algo dulce que le reste potencia. En este caso pretendía hacer unos muffins muy otoñales como habéis visto, e incluso la decoración de hojitas hechas con fondant han ayudado a conseguir ese contraste. Si no vais a ponerlas, deberéis añadir azúcar a la cobertura hasta conseguir el punto de dulzor que os guste.