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martes, 6 de diciembre de 2011

Brochetas de Morcilla dulce Canaria

Hace unos día recibí desde las islas un paquetito con ricas viandas Canarias. Entre ellas unas morcillas y un queso de cabra deliciosos. La morcilla es un tanto particular, pues cuenta entre sus ingredientes con almendras y pasas, lo que le aporta un toque dulce que me gusta mucho. Mi abuela también hacía morcillas dulces, y aunque eran diferentes tenían una textura muy similar que me las ha recordado.
Mi amigo me recomendó degustar la morcilla a la brasa o en su defecto frita o a la plancha, y he de decir que está muy rica. Pero me apetecía darle otro toque, porque creo que lo merecen los dos, la morcilla y mi amigo... gracias Guanche, ha quedado un aperitivo riquísimo.

Necesitaremos (para 4 brochetas)

1/2 morcilla dulce canaria
1 rulo pequeño de queso de cabra
harina preparada para tempura
agua helada
pimienta
aceite de oliva virgen extra  para freir

nueces caramelizadas
mermelada de pimientos (o de tomate)

Cortamos 8 rodajas de morcilla como de un centímetro escaso, retiramos la piel y damos forma de bolitas. Con el queso haremos lo mismo (si nos aceitamos un pelín las manos, se pegoteará menos). Podríamos usar cualquier otro queso que nos guste en tacos pequeños, si no permite hacer bolitas.
En unos palitos de madera para brochetas, intercalamos bolitas de morcilla y queso, dos de cada en cada uno. Espolvoreamos una pizca de pimienta sobre las brochetas.
Preparamos la tempura. Dos cucharadas de harina para tempura y medio vaso pequeño de agua helada. Removemos bien para que no queden grumos. 
Ponemos aceite de girasol a calentar en una sarten honda. Rebozamos en la tempura cada brocheta, dejando que escurra un poco el exceso y la freimos en el aceite bien caliente. En cuanto se dore por ambos lados la dejaremos sobre un papel de cocina para retirar el sobrante de grasa.
Acompañaremos de las nueces caramelizadas y de la mermelada de pimientos, la mía es casera y tiene un puntito picante, pero podéis utilizar mermelada de tomate con un toque de vainilla o un chutney de mango por ejemplo, ya sabéis... imaginación al poder.

La tempura le aporta un crujiente muy rico, han quedado deliciosas!!

Lo vi en la revista Pellagofio

martes, 5 de julio de 2011

Cestitos de morcilla de Burgos

Aunque estemos en verano, y sobre todo en esta ciudad mia en la que tan pronto nos asamos cual pavos de Navidad, como tenemos que sacar del fondo del armario el forro polar y los calcetines, a veces apetece entre ensalada y ensaladilla, comer algo que recargue un poco más las pilas.
La morcilla de León es algo fuerte para esta época, aunque os advierto que aquí la comemos en cualquier momento... jejeje, pero una buena morcilla de Burgos tampoco es que nos vaya a subir demasiado la temperatura.
Así que os propongo un aperitivo facilísimo y muy sabroso, que seguro que os encantará.

Ingredientes
1 morcilla de Burgos
Pimientos rojos asados y su jugo
un puñado de piñones
1 manzana ácida
1 lámina de hojaldre

Cortamos la morcilla en rodajas gorditas.
Cortamos la lámina de hojaldre en rectángulos de unos 6x12 cm;  un poco más que el ancho de una rodaja de morcilla x algo mas del doble.
Pelamos y cortamos en gajos gruesos la manzana.

Colocaremos un par de gajos de manzana en el centro del hojaldre, sobre ella una rodaja de morcilla, un trocito de pimiento y unos cuantos piñones.
Envolvemos todo el conjunto con el hojaldre, procurando abarcar y "atrapar" toda la morcilla, llevando los lados más largos hacia los que casi no tienen hojaldre, consiguiendo algo parecido a un cesto.
Sellamos humedeciendo el hojaldre con el jugo de los pimientos. Y ya puestos, pintamos generosamente todo el cestito con este jugo maravilloso, que le dará un toque riquísimo al hojaldre.
Horneamos a 185º hasta que esté doradito, unos 20 minutos.
Es bien conocido el contraste estupendo de la manzana con este embutido, cualquiera que sea la procedencia.
Normalmente utilizo manzana reineta, pero como aún no es temporada, he usado granny smith, que también es ácida y arenosa, y podemos encontrarla más facilmente.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Crujiente de morcilla y mango con mahonesa de sidra

Reunir en esta receta los tres ingredientes que más le gustan a mi hermana pequeña, ha resultado ser un reto fantástico. Ella está lejos y hace poco que me ha convertido otra vez en tía de una niña maravillosa, aunque bastante llorona, creo.... Enhorabuena hermanita!  Por eso, y porque nos echamos de menos mutuamente, quiero dedicarle este plato.
Lo ideal hubiera sido que lo probaras para dar el visto bueno, pero no te preocupes, tendrás tiempo, que esta tapita ha sido un rotundo éxito y pasará a formar parte del menú de Nochevieja en tu honor.
Mango, sidrina y morcilla picante. Aunque en un principio me parecían ingredientes casi imposibles de integrar de manera acertada, tengo que confesar que después de solicitar consejo a mi sensei -gracias- se me abrió el cielo y descorché la botella de sidra para celebrarlo.
Y éste es el resultado



Crujiente de morcilla y mango con mahonesa de sidra

 
Ingredientes:
500 ml de sidra natural (de escanciar)
1 morcilla de León
1/2 mango
1 manzana reineta
3 hojas de pasta filo
3 cucharadas de mahonesa
1 cucharada colmada de azúcar
1 cucharadita de mantequilla
aceite de girasol para freir
 
Hacemos una reducción de sidra. Para ello calentamos la sidra con el azúcar en un cazo y la mantenemos hirviendo suavemente durante media hora más o menos, hasta que quede reducida a unas dos cucharadas soperas. En este punto estará espesa como la miel, y en tu cocina tendrás un impresionante olor a sidrería asturiana, que yo pensé que no se iría nunca.... pero se va, tranquilos. He de decir que me sorprendió el intensísimo sabor y olor a manzana ácida, a sidra tal cual. Reservamos.

Pelamos y cortamos en dados pequeñitos el mango y la manzana. En una sartén derretimos la cucharadita de mantequilla y doramos a fuego medio la fruta. Movemos suavemente durante 5 o 6 minutos y la sacamos a un cuenco para que enfríe. Guardamos los trocitos mejores, más enteros y con bonito color para decorar luego.
En la misma sartén y sin aceite, freimos el mondongo extraido de la morcilla y dejamos que enfríe también.

Sacamos las 3 hojas de pasta filo, la mias son rectangulares de unos 32 x 38 cm;  las estiramos juntas en la encimera bien limpia y seca y las dividimos en 3 partes de ancho x 4 de largo. Salen 12 cuadrados de 10,5 x 9,5 cm aproximadamente. Tapamos las láminas con un paño para que no se sequen y las sacaremos de una en una a medida que vayamos rellenando.

En un lateral del cuadrado de pasta extendemos una cucharadita de morcilla y otra de trocitos de fruta (podemos machacarla un poco con un tenedor y nos facilitará la labor, pero a mi me gusta con tropezones). Enrollamos metiendo hacia adentro parte de los extremos, para que no se salga el relleno, como si hicieramos un paquetito o si preferimos podemos hacer un caramelito, y untamos el otro lateral con una gota de aceite para que quede sellado. Procedemos igual con todos los trozos de pasta filo. Los vamos colocando sobre una bandeja, separados para que no se peguen unos a otros.

Mezclando unas cucharadas de mahonesa ya hecha (en casa o de bote) con un poco de la reducción de sidra, conseguimos nuestra mahonesa de sidra (si se ha solidificado, la calentamos unos segundos en el microondas para que vuelva a su estado meloso), nos quedará con un bonito color café con leche y un intenso aroma y sabor a manzana verde. Uhmmm!!! deliciosa! Vais probando con más o menos reducción hasta que quede a vuestro gusto. Es un auténtico descubrimiento, ya estoy pensando en qué volver a utilizarla....

En el último momento, cuando se vayan a comer, ponemos aceite de girasol en una sartén y cuando está bien caliente, vamos friendo los paquetitos; una vuelta rápida por cada lado para que se doren y enseguida a un papel chupón para retirarles el exceso de aceite.
Emplatamos el crujiente de morcilla en un platito de esos diminutos para tapas, o en su defecto en uno de café. Coronamos con un pegotín de mahonesa de sidra, una gotita de la reducción y un trocito de mango. Unos mini palitos de cebollino darán el toque de color.
A disfrutarlo!!
Hermanita, te va a encantar!!! :D
 

lunes, 29 de noviembre de 2010

Arancini de morcilla


En casa nos han encantado!  Los "arancini" son unas bolitas de arroz típicas de Sicilia y que se toman como aperitivo caliente rellenas casi siempre de ragú o carne guisada. Después se han ido adaptando rellenándolos de muchas otras cosas, pero a mi me ha gustado mucho como lo ha hecho mi amigo Monaguillo, que siempre les da a las recetas tradicionales una vuelta de tuerca.
Así que os cuento su receta, porque la he seguido tal cual.

Arancini de morcilla

200 gr de arroz
4 cdas de queso curado rallado
2 yemas de huevo
1 morcilla
Salsa de tomate picante


Hacemos un “arroz blanco” (a ser posible cociéndolo con caldo de carne o verduras), retiramos del fuego, le añadimos el queso rallado y removemos bien.
Ya en frío le incorporamos las yemas de huevo y las integramos bien con ayuda de una cuchara de palo y dejamos que pille cuerpo en la nevera.
Cocinamos en una sartén la morcilla y la reservamos.
Tomamos porciones de la masa de arroz y las colocamos sobre la palma de la mano; las rellenamos con un poquito de morcilla y las cerramos, formando bolitas.

Por ultimo las freímos en abundante aceite caliente hasta que se doren. Si queréis se pueden rebozar en harina.

Servimos sobre una salsa de tomate bien picante.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Revuelto de morcilla de León con cebolla caramelizada

En noviembre, el "Sanmartino", que es como llamamos los leoneses a la matanza. Y probamos el mondongo o relleno de la morcilla, bien picante. Aquí la morcilla se suele comer cocida en agua con su tripa o extraído su mondongo y frito en la sartén; de cualquier forma está buenísima siempre que sea sobre una buena rebanada de pan de hogaza, así sin mas...
Pero hay multitud de preparaciones con morcilla. A mi me gusta mucho este Revuelto de morcilla de León con cebolla caramelizada


Primero vamos a preparar la cebolla caramelizada, para ello cortamos cebolla muy fina en juliana y la ponemos a pochar en aove con un poco de sal, cuando esté blandita le añadimos unos piñones, le damos unas vueltas y agregamos azúcar a gusto, subimos el fuego para que se caramelice un poco y añadimos un chorrito de vinagre de manzana, le damos un hervor y reservamos.

Por otro lado hacemos el revuelto para lo que preparamos unas patatas cortadas en láminas pequeñas bien finitas y las freimos en aceite, las escurrimos bien y cuajamos unos huevos sobre ellas, añadimos sal, apartamos y mantenemos caliente.

Abrimos la morcilla y sacamos el mondongo de la piel; lo freimos en una sarten sin aceite, removiendo para que no se pegue. Suelta bastante aceite, asi que la desgrasamos un poco.

Montamos en un aro de emplatar un poco del revuelto y encima la morcilla. Decoramos con la cebolla caramelizada.

También podemos colocar la morcilla sobre tortilla de patatas o de calabacín.