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miércoles, 1 de mayo de 2013

Boquerones con bizcocho de La Parroquia

Una se siente orgullosa de sus amigos, aunque sean cibernéticos, sobre todo cuando se les ve subir como la espuma. Y si además la espuma es de mayonesa y con sifón, pues no te digo más.....
Siempre he sido muy fan de David Monaguillo, por eso algunas de sus recetas (muchas, diría yo) se han quedado a engrosar mi haber culinario, y hoy os traigo una con la que he quedado como una reina en más de una ocasión. Muy nuestra, muy de siempre, pero con un acertado golpe de tuerca de un gran Crack de los fogones. Mi marido pregona a los cuatro vientos que una receta de David jamás sale mal, y yo, que soy la que las cocina (que él sólo devora) lo ratifico absolutamente.
 
Componentes de esta tapa cañí:
Boquerones en vinagre, por lo ácido de sus críticas que siempre aciertan en algún clavo.
Bizcocho de Olivas negras, por lo dulce y lo salado de los comentarios que recibe por decir lo que se le viene en gana, o lo que es lo mismo... verdades como puños.
Praliné de patatas fritas, por esas vueltas de tuerca que elevan su quehacer a otra "esfera" diferente.
Espuma de mayonesa, por ponerle algo ligero a algo de "tanto peso".
 
Total, ingredientes de una tapa nuestra de toda la vida pero a lo Monaguillo! O sea... espectacular!!!
Os dejo su enlace directamente porque su blog es visita obligada y yo no tengo nada más que añadir. Los que no le conocéis aún (cosa insólita) os quedaréis en su cocina para siempre. David tira el tabique, que no cabemos ya!!! :P
 
Mis fotos de esta delicia:
 
 
El bizcocho de olivas negras, una delicia por sí solo



 

jueves, 23 de junio de 2011

Tarta de cerezas.... y algo más

Vengo con una tarta, dulce, muy dulce.... por eso de endulzarle un poquito la vida a la gente, (a ver si se me pega algo...que no estoy yo muy de dulce ultimamente).
Lucía en la cocina y yo, solemos coindicir muchas veces en la planificación de las recetas, o en el uso de determinados ingredientes. Eso conociéndonos sólo por la red.... y sin contarnos nada, claro!! Lo cierto es que parece que algún tipo de conexión telepática existe entre nosotros, que ya no es la primera vez que aparecemos ambos con alguna receta similar al mismo tiempo....
Así que como lo prometido es deuda Antonio, ahí va esa tarta de cerezas con vuelta de tuerca y cantidad de calorías. Luego nos hacemos treinta kilómetros de elíptica y dos sesiones de pilates, y listo.... :D  A tu nena le va a encantar, ya lo verás!

Ingredientes
Estamos en época cerezas, por lo que utilizaré cerezas frescas del Jerte, que me encantan, pero bien podrían ser en conserva o incluso sustituirlas por melocotones en almibar, que también lo he probado y está de cine...
-Para las cerezas en almibar 
270 gr de cerezas deshuesadas
75 gr de azúcar
75 ml de agua
1 palo de canela
    -Para la tarta
las cerezas escurridas del almibar
100 gr de margarina
2 huevos
1/2 cdta (cucharadita) de canela en polvo
1 cdta  de vainilla líquida
1 cdta de levadura química (tipo royal)
2 cucharadas de leche
80 gr de azúcar
150 gr de harina
2 cdas soperas de cacao en polvo
    -Para la crema
1/2 sobre de polvos para cuajada royal
100 gr de queso crema
250 ml de leche
    -Para la cobertura
80 gr de chocolate negro
80 ml de nata líquida



Ufffffff!!!!  asusta un poco tanto ingrediente, a que si???  pero es muy fácil de hacer, ya lo veréis y rica, riquísima... os lo garantizo.

Comenzamos deshuesando las cerezas, labor un tanto pesada si no disponemos de un deshuesador. Se de gente que pone esta fruta con hueso en algunos postres, para mi sería un poco desagradable, así que prefiero perder 10 minutos en dejarlas libres del "incordio".
En un cazo ponemos todos los ingredientes para el almibar y las cerezas, dejando cocer con suaves burbujas unos 15 minutos. Apartamos del fuego y dejaremos enfriar completamente. También podríamos haberlo hecho un dia antes. Cuando vayamos a hacer la tarta colocamos las cerezas en un colador y las dejaremos escurriendo mientras preparamos el resto de la masa. El almibar lo guardaremos para otras preparaciones o para acompañar luego la tarta, aunque a mi me resulta demasiado empalagoso... va en gustos.
Preparamos la masa del bizcocho:
En un bol batimos los huevos con las 2 cucharadas de leche, los 80 gr de azúcar y la margarina, hasta obtener una crema homogénea.
Esta masa la repartiremos en dos recipientes a partes iguales, aproximadamente.
En una parte añadimos la vainilla y la canela. En la otra el cacao. Batimos bien.
Aparte, en un cuenco seco, mezclamos la harina con la levadura, procurando airear bien la mezcla.
Añadiremos la mitad de la harina, es decir 75 gr a cada cuenco, a poquitos y envolveremos con cuidado con una lengua de goma para que no queden grumos.
En un molde para horno, untado con mantequilla y enharinado, o bien forrado con papel sulfurizado, ponemos la mezcla blanca, la de vainilla y canela.
Sobre ella repartimos las cerezas bien escurridas.
Tapamos con la mezcla de cacao.
Horneamos 25 minutos a 190º (cada horno es un mundo, ya sabéis... pinchamos para saber si está)
En esta foto está el bizcocho recién sacado del horno y del revés para que veáis qué pinta más buena tan solo así.... de toma trozo y moja en el desayuno uhmmmmmm!!
Mientras la tenemos en el horno, vamos con la crema de queso que le pondremos por encima:
En un cazo calentamos casi toda la leche (dejamos un poco donde desleir el medio sobre de cuajada) y añadimos el queso crema, dando vueltas para que se integre bien; Cuando esté a punto de hervir y bien disuelto el queso, agregamos la mezcla de leche y cuajada y removemos hasta que vuelva a hervir (en cualquier caso, seguiremos las indicaciones del sobre de cuajada). Separamos del fuego y dejamos templar tapado con film transparente tocando la crema, para que no cree película.
Cuando saquemos el bizcocho del horno le pondremos por encima la cuajada de queso, que estará aún templada. Dejamos enfriar del todo. Mejor de un dia para otro, que reposen los sabores.
Para terminar de rematar esta bomba de relojería, inspirada en la famosa tarta alemana Olas del Danubio, hacemos una ganache de chocolate fundiéndo éste en la nata caliente y vertiéndolo por encima de la crema de queso. Metemos en la nevera para que cuaje. Adornamos con lo que mas nos guste... en mi caso unos restos de rebozar trufas: almendra y coco molidos y fideos de chocolate, pero pueden ser cerezas mismamente o tan simple como dibujar unas ondas con un tenedor sobre el chocolate... 
Y a comer bien fresquita!!